Un esclavo llamado Androcles tuvo la oportunidad de escapar un día corriendo  hacia el bosque, mientras caminaba sin rumbo llegó a donde yacía un león, que gimiendo le suplicó: -"Por favor te ruego que me ayudes, pues tropecé con un espino, una púa se me enterró en la garra, me tiene sangrando y adolorido" Androcles lo examinó, gentilmente extrajo la espina, lavó y curó la herida. El león lo invitó a su cueva donde compartiò con él el alimento. Pero días después, Androcles y el león fueron encontrados por sus buscadores. Llevado Androcles al emperador fue condenado al redondel a luchar contra los leones. Una vez en la arena, fue suelto un león, éste empezó a rugir y buscar el asalto a su víctima, pero a medida que se le acercó reconoció a su benefactor ¡¡Se lanzó sobre él!! pero para lamerlo cariñosamente y posarse en su regazo como una fiel mascota. Sorprendido el emperador por lo sucedido, supo al final la historia, perdonó al esclavo y liberó en la arboleda al león...

Moraleja: La generosidad trae como retribución la gratitud, esta deriva a su vez en: Seguridad, protección, liberación, provisión, fortaleza